El apego es el vínculo de seguridad, protección y cuidado que se establece entre la figura principal cuidadora del niño y éste. ¿Por qué es tan importante? Veámoslo:
- Permite que el niño entienda que la ausencia del cuidador es temporal y eso hace que las reacciones ante la separación sean mejores.
- Influye en las relaciones sociales presentes y futuras.
- Se manifiesta en las reacciones de soledad, dolor, miedo, incomodidad, hambre..
- Influye en la capacidad del menor de explorar activamente el entorno.
- Influye en la capacidad de desarrollar sus capacidades intelectuales, emocionales y sociales.
- Los niños se sienten queridos de manera incondicional, por tanto, siguen más las orientaciones de los padres y las madres y se desarrollan más sanos y felices.
Un apego seguro depende de tu pronta respuesta y de tu sensibilidad hacia sus necesidades, de entenderlas y satisfacerlas. Responder de forma cálida, sensible, ofreciendo soluciones a sus demandas y alivio a las mismas, hace que este lazo sea cada vez más fuerte y seguro.
No sólo se establece el apego con una figura, si no que puede establecerse con todas aquellas personas que satisfagan de manera importante sus necesidades físicas, psicológicas y sociales.
Así que, como padres, debemos intentar por todos los medios, crear un vínculo de apego seguro para con nuestros hijos.
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